Nacido en el seno de una familia privilegiada de Nueva Inglaterra y siendo hermano de alguien tan relevante como William James, gran difusor de una filosofía reconciliadora, pragmática y vital; Henry James supo encontrar una vía personal dentro de la literatura hasta el punto de convertirse en uno de los grandes pioneros de la novelística contemporánea. Amante de la cultura europea, decidió establecerse en el Viejo Continente donde encontraba mejores condiciones para ensayar formas literarias muy influidas, al menos al principio, por las corrientes psicológicas de la novela del último tercio del siglo XIX. Curiosamente en Europa se reencontró con el espíritu de su país natal y así una de sus temáticas más insistentes , fue la colisión anímica entre la mentalidad norteamericana, más idealista y acaso ingenua, y la propia europea, más cínica y cerebral. Aún cultivando todos los géneros, la obra de Henry James, nos ha llegado a nosotros gracias por un lado a sus clásicas novelas que permanecen como fenomenales estudios sobre la naturaleza humana y también por las diferentes versiones que sobre las mismas se han realizado para la pantalla. IMDB, la web de referencia cinematográfica, enumera 104 títulos basados en obras del autor norteamericano. En esa clasificación se incluyen films para cine y para televisión incluyendo series enteras dedicadas a sus novelas y cuentos. "La heredera" es uno de sus títulos más señeros:
"La heredera" fue dirigida por William Wyler en 1949. El fragmento anterior es la escena final, cuando Catherine Sloper, interpretada de forma escalofriante por Olivia de Havilland, alcanza inusitados niveles de dignidad al rechazar al hombre que ha marcado su vida, un vulgar cazaherencias interpretado también magistralmente por Montgomery Clift. Este tras la muerte del escéptico y racionalista padre de la protagonista, el desenmascarador de sus intenciones, decide retornar a la vida de ella muchos años después haberla dejado abandonada a la soledad y la frustración. Miriam Hopkins interpreta a la tía, una viuda romántica y frustrada, que solo desea llenar su vida de idealizado contenido literario. La novela, altamente recomendable, fue publicada con el título "Washington Square" en 1880, primero por entregas y luego como libro. El autor, a pesar de su indudable calidad, no la consideraba demasiado importante dentro de su producción y más bien la veía como una forma de obtener liquidez para dedicarse sin agobios a otra obra mas ambiciosa que tenía en su cabeza: Retrato de una dama. Como en muchas de sus otras historias , Henry James se acerca con lupa minuciosa a la psicología femenina en detrimento de los personajes masculinos a los que traza con dibujo rápido e inapelable. Sin duda la película de Wyler le dio un nuevo impulso comercial a esta novela, que el cineasta rebautizó con acierto como "La heredera", quitándole las connotaciones geográficas y sociales que Henry James le quiso dar. Aquella plaza floreciente y deseada por la nueva burguesía neoyorquina de mediados del XIX, es desde hace muchos décadas el centro del barrio bohemio de Greenwich Village.
Hola Cronista (has visto que atenta he estado esta vez???:P)
No he leído el libro ni he visto la peli que nos recomiendas, pero tu sinopsis y tu interpretación han picado mi curiosidad, así que me haré con la peli primero (más fácil) y después buscaré el libro. No es mi orden habitual para estas cosas pero creo que así me aseguro al menos la película...
Olivia de Havilland, sin ser una gran protagonista en ninguna película que yo haya visto de ella, es una actriz de primerísima categoría... En "Lo que el viento se llevó" hace un papelón. Montgomery Clift tb me gustó siempre. Bordaba los personajes muy intensos. Una pena que muriese tan joven...
Te recomiendo ambas cosas encarecidamente, Novicia. Henry James es uno de los grandes maestros de lo que se ha dado en llamar la novela psicológica y no hay que llevarse a engaño, detrás de escenas y situaciones que aparentemente pueden parecer periclitadas en el tiempo, hay un enorme conocimiento de la naturaleza humana: nuestras pulsiones, anhelos y arrabatos; nuestras ansias de dominio; la necesidad que tenemos de liberararnos del océano de soledad en el que casi siempre naufragamos y encontrar a toda costa un litoral que nos acoja; el sentimiento de que la vida está ahí para defraudarnos pero que seguimos necesitamos buscarle un sentido etc... Necesitamos escritos y películas así, como antídoto ante tanta insensatez que nos rodea. Otro beso para ti.
De Henry James sólo he leído "Retrato de una dama" y "El arte de la novela". También vi hace mucho tiempo "La heredera". Me encanta el comentario que hace "El Cronisa Libertino" Coincido en valorar la maestría psicológica de este autor, más británico que yanki. Quizás el hecho de distanciarse voluntariamente de la sociedad le permitió conocerla mejor. Su estilo es un tanto indefinido porque va evolucionanado y experimentando distintas técnicas narrativas.
Buena entrada, Dr. Krapp. Un saludo coridal ya desde BCN
Luis, Henry James fue un autor todo terreno que se pasó toda la vida experimentando y así pasó de una primera época de escritura concisa y sencilla a otra más barroca, más alambicada, más compleja. Quizás en él se refleja la experiencia adquirida y consiguientemente el pesimismo del americano admirador de la vieja Europa que finalmente no logra comprender esas convulsiones suicidas que culminan en la Gran Guerra período terminal de su vida. A mi me atrae de su escritura el uso que hace del narrador. Henry James es de los primeros autores que tiene el valor de poner en duda la realidad de lo narrado. En muchas ocasiones tenemos la sensación de que esa infalible voz en off nos está mintiendo. Cuando puedas, acércate a Los Papeles de Aspern y a su obra magna tan influyente en estos días: Otra Vuelta de Tuerca.
Puedo hablar de la película desde la distancia... siempre me defraudó el final, por la expresión de Olivia (quien, por otro lado, me encanta).
Cuando alguien se decide a liberarse de una obsesión la expresión de felicidad es contagiosa... Me sobra el susto en la cara y me falta una sonrisa más amplia.
Entiendo lo que dices pero discrepo un poco, Borraeso. Es cierto que para Catherine Sloper supone una liberación ese acto final, pero también es cierto que su vida, desde su más temprana juventud, ha girado alrededor de esa relación. Una relación que ha sido el motivo sentimental principal de su vida y que lógicamente al echarle el cierre siente como una amputación en su vida. Una amputación que es también el sentimiento de la pérdida de la juventud y de los ideales románticos del amor.
Yo lo entiendo de otro modo. Desde el momento en que ella solita decide echar el cierre no es una amputación sino una cura total. Su amor nunca fue real, sino puro engaño... El amor mal entendido es un lastre que, tras soltarlo, te proporciona alas...
Sí, es cierto ¿pero la sensación de que has gastado tu vida en una causa equivocada no es motivo suficiente para un tener un sentimiento agridulce? Te has curado finalmente, pero por el camino te has vaciado de aquellas cosas que daban valor a tu vida. Ahora estás curada, pero llena de cicatrices y sabes en tu interior que la inocencia y la ilusión nunca volverán. Nadie sé puede ser sentir del todo triunfador, habiendo dedicado toda una vida a algo que resultó ser un engaño.
No dedicó toda su vida, tan sólo una parte... Le auguro un buen futuro... Quizá no vuelva a enamorarse, y, en otro caso, seguro no lo hará de un espejismo como antaño, pero le queda tiempo para crear, creer y defender otras causas...
Literariamente les deseamos todo lo mejor a los personajes literarios o cinematográficos que nos gustan. Tenemos una ventaja, cuando se cierra el libro o se acaba el film podemos imaginarles ese final feliz que les deseamos pero eso ¿tiene que ver con la vida?. ¿Somos los seres humanos capaces de rehacernos tras la amargura de una ilusión falsa cuando esa ilusión ha ocupado los mejores años de nuestra vida? Es justo y necesario pensar que las malas experiencias nos fortalecen y nos hacen mejores ¿pero es realmente así? ¿No será más bien que nos hacen más duros, más amargos, más tristes, más pesimistas?. Una victoria como venganza o como cierre de una ilusión, siempre será una victoria pírrica o así lo siento.
Pues claro que somos capaces de rehacernos, estoy convencida. Aunque no todo el mundo lo consiga, lo creo en firme. Es más, conozco casos que no salen de los cuentos ni de la literatura, entre personajes anónimos.
Un beso!! Y disculpa mi obcecación, que me pongo cansina...
Cualquier debate siempre es enriquecedor, no te preocupes. Hay gente que efectivamente logra salir del agujero pero desde mi punto de vista son una excepción. Seguramente lo que nos separa es que yo tengo una concepción más pesimista del mundo, aunque tanto la tuya como la mía las son perfectamente válidas.
Hola Cronista (has visto que atenta he estado esta vez???:P)
ResponderEliminarNo he leído el libro ni he visto la peli que nos recomiendas, pero tu sinopsis y tu interpretación han picado mi curiosidad, así que me haré con la peli primero (más fácil) y después buscaré el libro. No es mi orden habitual para estas cosas pero creo que así me aseguro al menos la película...
Olivia de Havilland, sin ser una gran protagonista en ninguna película que yo haya visto de ella, es una actriz de primerísima categoría... En "Lo que el viento se llevó" hace un papelón.
Montgomery Clift tb me gustó siempre. Bordaba los personajes muy intensos. Una pena que muriese tan joven...
Un beso Cronista. Que tengas buen domingo.
Te recomiendo ambas cosas encarecidamente, Novicia. Henry James es uno de los grandes maestros de lo que se ha dado en llamar la novela psicológica y no hay que llevarse a engaño, detrás de escenas y situaciones que aparentemente pueden parecer periclitadas en el tiempo, hay un enorme conocimiento de la naturaleza humana:
ResponderEliminarnuestras pulsiones, anhelos y arrabatos; nuestras ansias de dominio; la necesidad que tenemos de liberararnos del océano de soledad en el que casi siempre naufragamos y encontrar a toda costa un litoral que nos acoja; el sentimiento de que la vida está ahí para defraudarnos pero que seguimos necesitamos buscarle un sentido etc... Necesitamos escritos y películas así, como antídoto ante tanta insensatez que nos rodea.
Otro beso para ti.
De Henry James sólo he leído "Retrato de una dama" y "El arte de la novela". También vi hace mucho tiempo "La heredera". Me encanta el comentario que hace "El Cronisa Libertino" Coincido en valorar la maestría psicológica de este autor, más británico que yanki. Quizás el hecho de distanciarse voluntariamente de la sociedad le permitió conocerla mejor. Su estilo es un tanto indefinido porque va evolucionanado y experimentando distintas técnicas narrativas.
ResponderEliminarBuena entrada, Dr. Krapp.
Un saludo coridal ya desde BCN
Luis, Henry James fue un autor todo terreno que se pasó toda la vida experimentando y así pasó de una primera época de escritura concisa y sencilla a otra más barroca, más alambicada, más compleja. Quizás en él se refleja la experiencia adquirida y consiguientemente el pesimismo del americano admirador de la vieja Europa que finalmente no logra comprender esas convulsiones suicidas que culminan en la Gran Guerra período terminal de su vida.
ResponderEliminarA mi me atrae de su escritura el uso que hace del narrador. Henry James es de los primeros autores que tiene el valor de poner en duda la realidad de lo narrado. En muchas ocasiones tenemos la sensación de que esa infalible voz en off nos está mintiendo.
Cuando puedas, acércate a Los Papeles de Aspern y a su obra magna tan influyente en estos días: Otra Vuelta de Tuerca.
Puedo hablar de la película desde la distancia... siempre me defraudó el final, por la expresión de Olivia (quien, por otro lado, me encanta).
ResponderEliminarCuando alguien se decide a liberarse de una obsesión la expresión de felicidad es contagiosa... Me sobra el susto en la cara y me falta una sonrisa más amplia.
La liberación no es un castigo.
Entiendo lo que dices pero discrepo un poco, Borraeso. Es cierto que para Catherine Sloper supone una liberación ese acto final, pero también es cierto que su vida, desde su más temprana juventud, ha girado alrededor de esa relación. Una relación que ha sido el motivo sentimental principal de su vida y que lógicamente al echarle el cierre siente como una amputación en su vida. Una amputación que es también el sentimiento de la pérdida de la juventud y de los ideales románticos del amor.
ResponderEliminarYo lo entiendo de otro modo.
ResponderEliminarDesde el momento en que ella solita decide echar el cierre no es una amputación sino una cura total.
Su amor nunca fue real, sino puro engaño... El amor mal entendido es un lastre que, tras soltarlo, te proporciona alas...
Sí, es cierto ¿pero la sensación de que has gastado tu vida en una causa equivocada no es motivo suficiente para un tener un sentimiento agridulce?
ResponderEliminarTe has curado finalmente, pero por el camino te has vaciado de aquellas cosas que daban valor a tu vida. Ahora estás curada, pero llena de cicatrices y sabes en tu interior que la inocencia y la ilusión nunca volverán.
Nadie sé puede ser sentir del todo triunfador, habiendo dedicado toda una vida a algo que resultó ser un engaño.
No dedicó toda su vida, tan sólo una parte...
ResponderEliminarLe auguro un buen futuro... Quizá no vuelva a enamorarse, y, en otro caso, seguro no lo hará de un espejismo como antaño, pero le queda tiempo para crear, creer y defender otras causas...
Literariamente les deseamos todo lo mejor a los personajes literarios o cinematográficos que nos gustan. Tenemos una ventaja, cuando se cierra el libro o se acaba el film podemos imaginarles ese final feliz que les deseamos pero eso ¿tiene que ver con la vida?. ¿Somos los seres humanos capaces de rehacernos tras la amargura de una ilusión falsa cuando esa ilusión ha ocupado los mejores años de nuestra vida? Es justo y necesario pensar que las malas experiencias nos fortalecen y nos hacen mejores ¿pero es realmente así? ¿No será más bien que nos hacen más duros, más amargos, más tristes, más pesimistas?. Una victoria como venganza o como cierre de una ilusión, siempre será una victoria pírrica o así lo siento.
ResponderEliminarPues claro que somos capaces de rehacernos, estoy convencida. Aunque no todo el mundo lo consiga, lo creo en firme.
ResponderEliminarEs más, conozco casos que no salen de los cuentos ni de la literatura, entre personajes anónimos.
Un beso!!
Y disculpa mi obcecación, que me pongo cansina...
Cualquier debate siempre es enriquecedor, no te preocupes. Hay gente que efectivamente logra salir del agujero pero desde mi punto de vista son una excepción.
ResponderEliminarSeguramente lo que nos separa es que yo tengo una concepción más pesimista del mundo, aunque tanto la tuya como la mía las son perfectamente válidas.