10 febrero 2006

El Gran Diseñador y la pérfida burocracia


- Buenos días… ¿qué desea?·
- Pues mire, soy el Gran Diseñador y pido que se protejan mis derechos como creador de esto.
- ¿De esto? ¿Se refiere a este edificio de la Sociedad de Autores?
- No. Me refiero al universo entero ya que yo soy su creador
- Vaya, es usted Dios
- No me gusta ese nombre como tampoco me gusta cuando me llaman Brahma, Alá, Ormuz, Zeus, Júpiter, Odín, Manitú etc... Mejor quédese con lo de Gran Diseñador; es más moderno, más aséptico y no provoca tantas guerras de religión
- Ejem...bueno, si usted lo ve así. Dígame,¿es usted socio de la Sociedad de Autores?
- No, ¿debería de serlo?
- Pues sí, es la única manera de que podamos defender sus derechos
- ¿Y que tengo que hacer para ser socio?
- Necesitará una foto tamaño carné, la fotocopia de su documento de identidad, un documento que acredite su condición de autor y finalmente, una declaración de las obras realizadas que estén siendo explotadas públicamente
- No tengo fotos porque mi luz es más fuerte de lo que podría soportar la más poderosa cámara del mundo. Evidentemente, no tengo documento de identidad ya que el que proporciona las identidades soy yo mismo. No necesito acreditarme, faltaría más siendo el Gran Diseñador. Y si alguien, aún así, tiene dudas sobre mi identidad o sobre mis obras, nada más fácil, que lea la Biblia o cualquiera de esos mamotretos religiosos que circulan por ahí.
- En ese caso, no puedo hacer nada por usted. Le aconsejo que vaya a otra parte. Quizás le puedan atender en la Oficina de Patentes
- Señor, ¡¡¡yo soy un creador, un artista!!! …no un simple chapucero inventor de inútiles cachivaches
- ¡¡Guardia!!! Por favor, acompañe a este señor a la salida
- ¿Así? ¿sin más?
- Si señor. ¿Acaso nuestro poder tiene algún limite? ¿Se da cuenta?¡¡ya somos más poderosos que usted!! Jajajaja...
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- Señor presidente, señor presidente…
- Hummm.¿qué pasa?
- Me temo que se ha quedado dormido
- Discúlpeme. Ya sabe usted, uno tiene que estar en vela permanente por culpa de los malditos piratas y de vez en cuando el agotamiento causa estragos
- No se disculpe, sabemos todo lo que está haciendo por nuestra noble causa ¿Qué sería de nosotros sin usted, presidente?
- Pues serían menos ricos y darían menos miedo...jijijiji. Es broma, lo nuestro es ...¿que era lo nuestro? Ah sí, la defensa de la creatividad y el arte.